Cuenta la historia de dos jóvenes amantes que, a pesar de la oposición de familias rivales, deciden casarse en secreto y vivir juntos. Sin embargo, las presiones de esta rivalidad y una serie de muertes conducen al suicidio de los dos amantes.
Esta relación entre sus personajes los ha convertido en el arquetipo de los amantes que se dicen cruzados por las estrellas. Sin embargo, la muerte de estas dos personas significa la reconciliación de las dos familias.
Es una de las obras más populares del autor inglés William Shakespeare y, junto con Hamlet y Macbeth, la más representada. Aunque el argumento se inscribe en una larga tradición de novelas trágicas que se remonta a la antigüedad, se basa en una traducción inglesa (The Tragic History of Romeo and Juliet, 1562) de un cuento italiano de Matthew Bandello, escrito por Arthur Brooke tras una traducción francesa de Pierre Boisto en 1559.
Entretanto, en 1582, William Painter realizó una versión en prosa basada en los relatos italiano y francés, que se publicó en una colección de cuentos del Palais du Plaisir.
Shakespeare retomó varios elementos de ambas obras, aunque creó nuevos personajes secundarios, como Mercucio y Paris, para ampliar la trama. Algunas fuentes afirman que comenzó a escribirla en 1591 y la terminó en 1595. Sin embargo, otras sostienen la hipótesis de que la terminó de escribir en 1597.
La técnica dramática utilizada en su creación ha sido aclamada como un ejemplo temprano de la habilidad del dramaturgo. Entre otras cosas, se caracteriza por el uso de oscilaciones entre la comedia y la tragedia como medio de aumentar la tensión, la relevancia razonada que da a los personajes secundarios y el uso de pistas para embellecer la trama.
Además, se asignan diferentes formas métricas a los distintos personajes, que a veces cambian a medida que éstos evolucionan; Romeo, por ejemplo, se vuelve más hábil en el uso del soneto a medida que avanza la trama. La tragedia ha sido adaptada en varias ocasiones al escenario, al cine, al musical y a la ópera.