

Día de Nuestra Señora de África (Ceuta)
Una celebración con historia y devoción
El 5 de agosto se celebra en Ceuta, una ciudad autónoma española en el norte de África, el Día de Nuestra Señora de África, patrona de la ciudad y de los africanos. Esta fecha es un momento de gran devoción y celebración para los ceutíes y todos aquellos que veneran a la Virgen de África.
Orígenes de la devoción
La devoción a Nuestra Señora de África se remonta al siglo XV, cuando los portugueses conquistaron Ceuta en 1415. En ese momento, los soldados portugueses trajeron consigo una imagen de la Virgen María, que fue colocada en la iglesia de San Francisco. Con el tiempo, la imagen se convirtió en objeto de gran veneración y se le atribuyeron numerosos milagros.
La imagen y su historia
La imagen de Nuestra Señora de África es una talla en madera policromada que representa a la Virgen María con el Niño Jesús en brazos. La imagen original fue traída por los portugueses, pero en 1705, durante un ataque a la ciudad, la imagen fue destruida. Sin embargo, en 1713, se encargó una nueva imagen, que es la que se venera actualmente en la ciudad.
La celebración
El Día de Nuestra Señora de África es una celebración muy emotiva y sentida en Ceuta. La festividad comienza con una novena en honor a la Virgen, que se realiza en la iglesia de San Francisco, donde se encuentra la imagen. El 5 de agosto, se celebra una misa solemne en la catedral de Ceuta, a la que asisten las autoridades civiles y militares de la ciudad.
La procesión
Una de las partes más destacadas de la celebración es la procesión de la imagen de Nuestra Señora de África por las calles de Ceuta. La procesión es acompañada por bandas de música, autoridades y fieles, que llevan velas y flores en homenaje a la Virgen.
Significado y devoción
La devoción a Nuestra Señora de África es muy fuerte en Ceuta y se extiende más allá de la ciudad. La Virgen es considerada patrona de los africanos y se le atribuyen numerosos milagros y favores. La celebración del Día de Nuestra Señora de África es un momento de gran alegría y devoción para los ceutíes y todos aquellos que veneran a la Virgen.