Cada 16 de mayo se celebra el Día Internacional de la Convivencia en Paz, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de promover la tolerancia, la inclusión, la comprensión y la solidaridad entre las personas, más allá de sus diferencias. En un mundo marcado por conflictos, desigualdades y tensiones, esta jornada busca recordarnos la importancia de vivir juntos en armonía, respetando la diversidad y apostando por la paz como base para el desarrollo sostenible y la justicia social.

¿Qué significa convivir en paz?

La convivencia en paz no se trata únicamente de la ausencia de guerra o violencia. Va mucho más allá: significa aceptar las diferencias, escuchar al otro, respetar distintas formas de pensar, de vivir y de sentir. Convivir en paz implica aprender a resolver conflictos mediante el diálogo y la negociación, sin recurrir a la agresión, y fomentar una cultura en la que cada persona tenga derecho a ser valorada y escuchada.

En otras palabras, la convivencia pacífica es un proceso activo que involucra tanto a individuos como a sociedades enteras. Es una tarea de todos los días y de todos los niveles: desde la familia hasta las relaciones internacionales.

¿Por qué se celebra el 16 de mayo?

El Día Internacional de la Convivencia en Paz fue establecido oficialmente por las Naciones Unidas el 8 de diciembre de 2017, a través de la resolución A/RES/72/130. La iniciativa fue propuesta por Argelia, país que tiene una historia reciente de reconciliación tras un largo conflicto interno. Con esta propuesta, Argelia quiso compartir su experiencia con el mundo y contribuir a la construcción de una cultura global de paz.

Desde entonces, el 16 de mayo se ha convertido en un día simbólico para reflexionar sobre cómo mejorar nuestras relaciones personales, sociales y políticas, y construir comunidades más inclusivas, equitativas y respetuosas.

Un llamado a la acción global

Las Naciones Unidas invitan a todos los Estados miembros, a las organizaciones internacionales, a la sociedad civil, a las comunidades religiosas y a los ciudadanos a celebrar esta fecha con actividades que promuevan la paz y la convivencia. Esto puede incluir desde talleres educativos y campañas de sensibilización, hasta actividades culturales, encuentros interreligiosos o proyectos comunitarios.

La clave está en actuar localmente para impactar globalmente. Pequeños gestos como escuchar con respeto, colaborar con nuestros vecinos o enseñar a los más jóvenes la importancia del diálogo pueden marcar una gran diferencia a largo plazo.

Convivencia en paz: un objetivo de desarrollo

La convivencia pacífica no es solo un ideal humanista, también es una condición fundamental para el desarrollo sostenible. Sin paz no hay progreso posible. Las sociedades divididas o enfrentadas pierden oportunidades de crecimiento, estabilidad y bienestar para sus ciudadanos.

Por eso, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, especialmente el ODS 16 – Paz, justicia e instituciones sólidas, destacan la necesidad de construir sociedades justas, inclusivas y libres de violencia. Promover la convivencia en paz contribuye directamente a este objetivo, favoreciendo un entorno propicio para el desarrollo económico, la participación democrática y la protección de los derechos humanos.

Educación, diversidad y cultura: pilares para convivir

Uno de los caminos más eficaces para promover la convivencia pacífica es la educación. Educar en valores como la empatía, la tolerancia, el respeto y la resolución pacífica de conflictos desde la infancia es clave para construir una cultura de paz duradera.

Además, es importante valorar la diversidad cultural, religiosa, étnica y de pensamiento como una riqueza, no como una amenaza. El diálogo intercultural, el arte, la música, la literatura y la historia compartida pueden ser herramientas muy poderosas para derribar prejuicios y construir puentes entre personas y comunidades.

¿Cómo podemos celebrar este día?

Aunque el Día Internacional de la Convivencia en Paz es una jornada oficial, no se trata de un día festivo. Aun así, muchas instituciones educativas, asociaciones y colectivos aprovechan la fecha para organizar actividades significativas. Algunas ideas para celebrarlo incluyen:

Participar en charlas o mesas redondas sobre convivencia, paz o resolución de conflictos.

Promover dinámicas grupales en colegios o centros de trabajo que fomenten la empatía y el respeto.

Realizar campañas en redes sociales con mensajes positivos sobre la paz y la inclusión.

Compartir testimonios o historias reales de reconciliación y solidaridad.

Organizar actos simbólicos como marchas por la paz o encuentros interculturales.

Lo importante es sumarse a la reflexión colectiva y, sobre todo, aplicar en la vida diaria los valores que este día representa.

Un mensaje necesario hoy más que nunca

En un contexto global donde crecen los discursos de odio, el extremismo y la polarización, el Día Internacional de la Convivencia en Paz cobra una importancia renovada. Esta fecha no es solo un recordatorio simbólico, sino una oportunidad para cuestionarnos cómo nos relacionamos con los demás y qué tipo de sociedad queremos construir.

Apostar por la convivencia en paz es elegir el camino del diálogo, del respeto mutuo y de la esperanza. Es comprometernos con un futuro donde todas las personas puedan vivir juntas, con dignidad y sin miedo.