
El 2 de mayo de 1808 es una fecha marcada con fuerza en la historia de España. Ese día, el pueblo de Madrid protagonizó un levantamiento espontáneo contra la ocupación francesa de Napoleón Bonaparte, dando comienzo a la Guerra de Independencia Española. Lo que comenzó como una protesta popular terminó desencadenando un conflicto largo y sangriento que cambiaría para siempre el destino de España.
Contexto histórico: la ocupación napoleónica
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, Europa vivía una época convulsa marcada por las guerras napoleónicas. Tras la firma del Tratado de Fontainebleau en 1807, Francia y España acordaron invadir Portugal. Sin embargo, bajo la apariencia de colaboración, Napoleón aprovechó la ocasión para introducir tropas en territorio español y ocupar estratégicamente varias ciudades.
La presencia militar francesa se hizo cada vez más evidente y opresiva, generando descontento entre la población española. La tensión aumentó cuando Napoleón forzó la abdicación de Carlos IV y Fernando VII, imponiendo en el trono español a su hermano, José Bonaparte.
La población, indignada por la manipulación política y la ocupación militar, se encontraba al borde de la rebelión.
El levantamiento del 2 de mayo
El detonante final ocurrió el 2 de mayo de 1808. En la mañana de ese día, los madrileños se congregaron frente al Palacio Real al enterarse de que las autoridades francesas planeaban trasladar a los últimos miembros de la familia real española a Francia. La gente, consciente de que el secuestro de la familia real significaría el fin de cualquier posibilidad de resistencia legítima, decidió actuar.
Lo que comenzó como una concentración espontánea se transformó en una insurrección generalizada. Artesanos, comerciantes, trabajadores y ciudadanos de todas las clases sociales se enfrentaron con valentía a las tropas de ocupación, en una lucha desigual pero cargada de un profundo sentimiento de patriotismo.
Las batallas se libraron en distintas zonas de Madrid, como en la Puerta del Sol, el Parque de Artillería de Monteleón y el Cuartel de San Bernardino. A pesar de la ferocidad del combate, los madrileños fueron brutalmente reprimidos por el ejército francés, superior en número y armamento.
Los héroes de Monteleón
Uno de los episodios más célebres del 2 de mayo fue la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, donde los capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde se pusieron al frente de un pequeño grupo de soldados y ciudadanos para resistir el avance francés. Aunque fueron derrotados y ambos murieron en combate, su gesto de heroísmo se convirtió en símbolo de la lucha por la libertad.
La resistencia en Monteleón es recordada como uno de los actos más destacados de aquella jornada, y sus protagonistas son considerados mártires de la independencia española.
La brutal represión francesa
La respuesta de las tropas francesas, dirigidas por el general Joachim Murat, fue inmediata y brutal. Se llevaron a cabo fusilamientos masivos como medida ejemplarizante para evitar futuras rebeliones. Ese mismo día, y en los días siguientes, decenas de madrileños fueron ejecutados en lugares como el Monte del Príncipe Pío, inmortalizados más tarde en la pintura “El 3 de mayo de 1808” de Francisco de Goya.
El 2 de mayo no sólo fue un acto de valentía, sino también el inicio de una guerra larga y dolorosa que se extendería hasta 1814, conocida como la Guerra de Independencia Española.
Consecuencias del levantamiento
Aunque el levantamiento de Madrid fue sofocado en pocas horas, su impacto fue enorme. La noticia de la rebelión y la brutal represión francesa se extendió rápidamente por todo el país, provocando una oleada de insurrecciones en otras ciudades y pueblos.
La resistencia popular, inicialmente espontánea, fue organizándose en juntas locales y posteriormente en una Junta Suprema Central que coordinó la lucha contra el invasor. España se convirtió en un campo de batalla en el que la guerra convencional se combinó con una guerra de guerrillas, una táctica que desgastó gravemente al ejército napoleónico.
Además, el conflicto en España obligó a Napoleón a destinar importantes recursos militares, contribuyendo a su progresiva debilidad en Europa.
El recuerdo del 2 de mayo
Hoy en día, el 2 de mayo es una fecha de gran importancia en España, especialmente en la Comunidad de Madrid, donde se celebra como fiesta autonómica. Es un día para rendir homenaje a los héroes anónimos que, con su valentía, encendieron la chispa de la resistencia contra la ocupación extranjera.
Monumentos, placas conmemorativas y numerosos actos oficiales recuerdan cada año a quienes, armados de coraje y espíritu de libertad, se enfrentaron al poder del imperio más temido de su tiempo.