
3 de mayo de 1616: Nacimiento de William Shakespeare (según el calendario gregoriano)
Aunque tradicionalmente se celebra el nacimiento de William Shakespeare el 23 de abril de 1564 en Stratford-upon-Avon, Inglaterra, según los ajustes entre el calendario juliano y el calendario gregoriano, la fecha corregida sería el 3 de mayo. Shakespeare, considerado uno de los escritores más importantes de todos los tiempos, dejó una huella imborrable en la literatura, el teatro y la cultura mundial.
Una infancia en Stratford-upon-Avon
William Shakespeare nació en una familia acomodada de Stratford-upon-Avon. Su padre, John Shakespeare, era comerciante y funcionario local, y su madre, Mary Arden, provenía de una familia de terratenientes. Aunque no hay registros completos de su educación, se cree que asistió a la Grammar School de Stratford, donde adquirió conocimientos sólidos de latín, literatura clásica y retórica, que más tarde influirían en su obra.
Su juventud está envuelta en cierto misterio. Años después, algunos detalles sobre su vida antes de ser un dramaturgo famoso siguen siendo objeto de especulación entre historiadores.
Primeros pasos en Londres
En algún momento entre finales de los años 1580 y principios de los 1590, Shakespeare se trasladó a Londres. Allí comenzó su carrera teatral como actor y, posteriormente, como autor de obras. En una época en la que el teatro era un entretenimiento popular y floreciente, William encontró el espacio perfecto para desarrollar su talento.
Su primera etapa como dramaturgo estuvo marcada por comedias ligeras y piezas históricas, que lograron un éxito notable entre el público. Su habilidad para retratar las emociones humanas con profundidad y naturalidad lo distinguió rápidamente de otros autores contemporáneos.
El dramaturgo que redefinió el teatro
Shakespeare escribió 37 obras de teatro conocidas, además de 154 sonetos y varios poemas largos. Sus obras se dividen en tres grandes géneros:
- Tragedias: como Hamlet, Macbeth, Otelo y Romeo y Julieta, donde explora la ambición, el amor, la traición y el destino.
- Comedias: como Sueño de una noche de verano, Mucho ruido y pocas nueces o El mercader de Venecia, caracterizadas por enredos, malentendidos y finales felices.
- Dramas históricos: como Ricardo III y Enrique V, donde dramatiza episodios relevantes de la historia de Inglaterra.
Una de sus mayores innovaciones fue la capacidad de dar profundidad psicológica a sus personajes. En sus obras, los protagonistas no son simples estereotipos, sino seres humanos complejos con contradicciones internas, lo que los hace universales y atemporales.
Shakespeare, el poeta del alma humana
Lo que hace único a Shakespeare no es solo su dominio del idioma inglés —contribuyó a fijarlo y a enriquecerlo con numerosas expresiones todavía en uso—, sino su capacidad para captar la esencia de la condición humana. El amor, la ambición, la envidia, la duda, el poder, la venganza y la redención son temas que atraviesan sus obras y que siguen resultando relevantes siglos después.
Su lenguaje, lleno de metáforas, juegos de palabras y recursos poéticos, logra emocionar y conmover a públicos de todas las épocas y culturas.
Últimos años y legado
En torno a 1613, tras una carrera brillante, Shakespeare se retiró a Stratford, donde vivió cómodamente gracias a su éxito. Falleció el 23 de abril de 1616, aunque, como hemos mencionado, las diferencias entre los calendarios hacen que esta fecha pueda trasladarse al 3 de mayo en la actualidad.
Murió dejando un inmenso legado cultural. La primera edición de sus obras completas, conocida como el First Folio, fue publicada en 1623 por algunos de sus colegas, asegurando que su arte no se perdiera.
Shakespeare en el mundo moderno
Hoy, más de 400 años después, William Shakespeare sigue siendo una referencia insustituible. Sus obras se representan continuamente en todos los rincones del planeta, han sido adaptadas a todo tipo de medios —cine, televisión, literatura moderna— y su influencia se extiende más allá de las letras: forma parte del imaginario colectivo de la cultura occidental.
Frases célebres como “Ser o no ser, esa es la cuestión” o “El amor no mira con los ojos, sino con el alma” han trascendido el tiempo y el espacio.
Además, instituciones como el Globe Theatre en Londres o el Festival de Shakespeare de Stratford en Ontario, Canadá, mantienen viva su memoria con producciones y actividades dedicadas exclusivamente a su obra.